Pulsera Refugio de Luz

Esta pulsera ha sido diseñada como un testimonio de fe, esperanza y protección. En su centro resplandece una medalla de la Virgen de la Medalla Milagrosa en acero inoxidable, símbolo de las gracias abundantes que María prometió a quienes lleven esta medalla con confianza. Un recordatorio del amor maternal de la Virgen y de su constante intercesión por nosotros.

Junto a ella, se destaca un cuarzo fantasma, piedra visualmente única, cuya apariencia encapsulada evoca el misterio de Dios obrando en lo invisible, guiando cada proceso de sanación y transformación interior.

La pulsera está confeccionada con piedras naturales cuidadosamente seleccionadas de 8 mm, tejidas en hilo negro ajustable, y coronadas en los nudos por dos cuarzos turmalinizados, discretos pero potentes en su significado espiritual:

• Ónix negro: firmeza en la fe, protección contra el mal y sobriedad del alma que se entrega con confianza a Dios.
• Hematita: fortaleza espiritual, enfoque y perseverancia. Una piedra que inspira al alma a mantenerse en oración y fidelidad.
• Obsidiana nevada: representa la pureza que brota del encuentro con Cristo; el contraste de la luz divina que brilla en la oscuridad del corazón humano.
• Obsidiana negra: escudo espiritual frente a las tinieblas del pecado, recordando la necesidad de vigilancia constante en la vida cristiana.
• Cuarzos turmalinizados (en los nudos): símbolo de vigilancia espiritual. Como centinelas silenciosos, estos cuarzos protegen y acompañan al portador como una armadura de fe.

Esta pulsera no es solo un accesorio, sino un símbolo de entrega a María, Madre de la Iglesia, y de confianza en el poder de la gracia. Ideal para quienes buscan llevar consigo una presencia tangible de fe, y una herramienta de oración diaria.